Un ejemplo de valentía
Entre tantos ataques cotidianos contra la dignidad y la libertad de las mujeres, la reciente noticia de la condena a José Alperovich nos conmueve y nos llena de alegría. En primer lugar, por el coraje de una mujer que logró poner entre rejas al que se creía el “amo y señor del jardín de la república”.
En los últimos
días, el tres veces gobernador y senador nacional de la provincia de Tucumán
fue condenado a 16 años de prisión por abusar sexualmente de su sobrina cuando
trabajaba con él como asesora entre 2017 y 2019. Un sometimiento que se detuvo
gracias a la valentía de la propia víctima que denunció esta situación en una
carta pública. La fuerza de esta mujer y de la red solidaria de personas
comunes que colaboraron –abogadas, fiscales y testigos, entre otras/os– logró
encarcelar al poderoso político y empresario. Cabe recordar que, cuando se
conoció la denuncia, Alperovich era senador y gozaba de mucho poder en la
gestión del kirchnerismo que en su momento no dudó en protegerlo otorgándole
una licencia y en cuidarlo con el silencio. Pero los machistas se cubren más
allá de sus diferencias partidarias. Por ejemplo, el abogado que asumió la
defensa del tucumano fue Mariano Cúneo Libarona: actual ministro de Justicia
del gobierno de Milei. Claramente, a la justicia estatal no le genera ningún
problema asignar como máximo funcionario ministerial a un abogado de poderosos
violadores. Expresión de que la justicia posee un sello patriarcal de origen,
que hace aún más complejos y difíciles estos procesos.
Sin embargo, el
coraje de esta mujer –junto a las personas solidarias que la acompañaron– es
un ejemplo de la fuerza que puede emerger cuando está en juego la defensa de la
dignidad. También es una razón de esperanza en la búsqueda de verdad y justicia
para muchas que se encuentran en situaciones similares; y de inspiración para
tantas que todavía no se animaron a denunciar.
Candela Abrodos