Unidas y solidarias contra la
revancha patriarcal
Luego de los resultados de las elecciones generales, probablemente, percibiste entre las mujeres más solidarias una sensación de relativo alivio; porque Milei, a diferencia de las PASO, dejó de ser el candidato más votado. Sin embargo, se aproxima el balotaje presidencial y el peligro continúa con este misógino en carrera.
Por esto es urgente reaccionar
con más contundencia y profundidad para frenar a Milei y su avanzada
antifemenina. La preocupación por la amenaza de la derogación de la ley por el
derecho al aborto es imprescindible para, a partir de allí, dimensionar que
este ataque va más allá de un derecho conquistado. Es la libertad femenina la
que está en la mira, que despierta la furia en Milei y su manada de patriarcas
frustrados, y también de algunas mujeres cómplices. Nos enfrentamos con
prepotentes que no soportan que las mujeres hayan comenzado a unirse
solidariamente para mejorar sus vidas, ser más libres y felices contra los
abusos y la violencia.
Hoy más que nunca tenemos que
estar unidas contra Milei y la derecha más rancia que intenta fortalecer el
poder patriarcal y la violencia que conlleva: negando su sello en las torturas,
violaciones y robo de niños de la última dictadura; cuestionando el concepto
jurídico de femicidio porque la “violencia no tiene género”; ocultando la
brecha salarial; o promoviendo una ley que libere a los hombres de las
responsabilidades con los hijos. En este contexto preocupante, donde crecieron los
discursos racistas y reaccionarios de mano dura y libre portación de armas, las
mujeres, que garantizamos la vida y su cuidado cotidianamente, podemos hacer la
diferencia para detener esta escalada violentista.
Una derrota de Milei, suscitada
por el protagonismo femenino que sepa involucrar a los hombres más sensibles,
puede ser un triunfo parcial de las mujeres por la libertad, la seguridad y el
bien común. Cabe aclarar que este augurio no significa que tengamos esperanzas
en el gobierno de Massa. El peronismo es un defensor histórico del patriarcado,
aunque su modalidad de dominio sabe combinar misoginia con la entrega de
algunas migajas, fundamentalmente para cooptar a las mujeres y enrolarlas
detrás de sus objetivos. Por esto sabemos que el contraataque antifemenino no
se detiene con resultados electorales, y que los varones heridos son más
peligrosos si temen perder sus privilegios. Por estas razones, y otras que te
invitamos a descubrir juntas, te esperamos el 25 de noviembre a manifestarte
por el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres.
Cecilia Buttazzoni