Unirse por la solidaridad femenina contra la mezquindad política
En
tiempos de guerras en el mundo y de violencia estatal y social promovida por
los gobernantes de turno, la unión solidaria entre mujeres para defender y
cuidar la vida de todos es, para nosotras, un compromiso insoslayable.
Significa construir ámbitos más libres y seguros fomentando el protagonismo
femenino, el apoyo mutuo, la cooperación, el entendimiento entre las mejores
personas y la autodefensa frente a los violentos de toda calaña.
La
ruptura del histórico Encuentro Nacional de Mujeres representa el espíritu
contrario a todo esto. Es un ataque a la unidad de
las mujeres en pos de una mezquina puja política por la dirección del
mismo.
Por
un lado, en la provincia de San Luis se convocó al “Encuentro Plurinacional de
Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, No binaries e Intersexuales”
a realizarse en octubre, organizado por los partidos políticos de izquierda
trotskista y organizaciones kirchneristas. Esta
convocatoria evidencia la alianza peronista-queer ya representada en el
gobierno y a la que la izquierda, lamentablemente, claudicó hace rato. Los
negacionismos de género lograron, así, transformar lo que otrora fue un espacio
de encuentro entre mujeres en un ámbito hostil a la defensa de la identidad
femenina –y, por ende, hacia la de toda la humanidad–. Como si esto fuera poco,
es un Encuentro que por primera vez será financiado por el Estado. Una
vergonzosa pérdida de independencia.
Por
otro lado, en noviembre y en la misma provincia, convoca la organización
tradicional del “Encuentro Nacional de Mujeres” representada por el Partido
Comunista Revolucionario (PCR) y el Partido Justicialista. Una propuesta que,
además de recibir el beneplácito de algunos gobernadores, apoya sin tapujos al gobierno
nacional. Una demostración del vacío de ideas que connota esta ruptura es que
el PCR manifestó que participará tanto en el Encuentro organizado por ellas
mismas, como en aquel convocado en su contra (?!). Frente a este panorama,
muchas mujeres –un poco desconcertadas– se ven hoy en la situación de tener que
elegir entre uno y otro, sin demasiada claridad. ¿Por qué debemos someternos a
sus riñas políticas? ¿Qué beneficios podría traer esta ruin disputa para el
desarrollo de debates útiles sobre la libertad femenina, sobre cómo enfrentar
la violencia patriarcal, sobre la libertad de elecciones afectivas y sexuales,
sobre la lucha contra la discriminación de quienes eligen transicionar?
Por
esto, las compañeras del Círculo de Amigas Feministas decidimos no participar
en ninguno de los dos Encuentros. No estamos dispuestas a bailar la danza
infame de quienes se baten por un (micro) espacio de poder negativo, e
invitamos a las mujeres a no avalar este
juego hipócrita. Llamamos a denunciar la ruptura promovida por las
organizadoras y a rechazar sus métodos y sus lógicas en pos de afirmar la
independencia y la unión solidaria entre mujeres. El CAF seguirá
comprometiéndose en promover el protagonismo femenino, la pacificación contra
la violencia alimentada por la lógica bélica de la política, la unión junto a
quienes luchan por la libertad de elección contra toda tutela patriarcal, junto
aquellas mujeres y organizaciones más disponibles.
Coordinación
del CAF