Jueves 12 de mayo, 18hs Teatro Empire. Presentación del libro Mujeres y hombres contra el machismo. Con la autora Mariana Camps.
"Dedicado
a las mujeres que defienden su libertad y combaten las prepotencias del
patriarcado, y a los hombres que desean sustraerse de las complicidades con una
forma de opresión que le hace daño a todos. Es posible pensar y experimentar
juntos una nueva convivencia basada en el reconocimiento de la matriz femenina
que nos acomuna y en las mejores cualidades del género más cercano a la vida,
más extraño a las guerras y a los asesinatos, más comprometido por la
vivibilidad. Para beneficio de los dos géneros que componen la especie
humana".
*
Entrevista con la autora,
Mariana Camps
Un desafío arduo, pero
con sustento
A cargo de Sara Rodríguez
El título del libro es
una posibilidad concreta pero también una necesidad urgente. Por desgracia
todos los días tenemos que hacer cuentas con una crónica cotidiana que no da
tregua a las mujeres y a las/os niñas/os. Por eso, tiene mucho más valor el
punto de vista afirmativo que proponés. ¿Por qué es tan importante aprender a
pensar en otros términos para combatir el machismo?
Como decís, la violencia
contra las mujeres y niños no da tregua y luchar en contra de ella es una de
las motivaciones del libro. La tentación de partir de la tragedia es grande,
pero lo que está realmente en juego es cómo queremos vivir, qué tipo de
relaciones pueden ser fuente de felicidad. Por eso es tan importante partir de
rastrear los recursos que tenemos, mujeres y hombres, para convivir de manera
benéfica si aprendemos a explorarlos y a elegirlos. Como trato de explicar en
el texto, basándome en nuestra teoría general humanista socialista, me refiero
a características humanas análogas que son interpretadas de manera diferente
por ambos géneros: las mujeres tienden a hacerlo pensando más inmediatamente en
el cuidado y la proyección de la vida. Creo que, ante todo, se trata de
reconocer esto y afirmarlo orientándolo conscientemente por el bien. Un enfoque
así puede, a su vez, ser mucho más radical y eficaz para combatir al machismo.
En repetidas ocasiones
volvés sobre la importancia de contar con puntos de partida claros para poder
elegir como mujeres y hombres. Por eso denunciás de modo eficaz la nueva
ofensiva patriarcal que pasa a través de las pseudoteorías queer y el llamado
“transfeminismo”.
Podríamos decir que es
una cuestión ética. Perseguir la libertad de las mujeres como libertad de toda
la humanidad implica reconocer el protagonismo, agente y potencial, del género
femenino en el cuidado y mejoramiento de la vida. No es casual, las mujeres dan
la vida de todas y todos, son las madres de la especie –es un hecho existencial
profundo que va más allá de haber parido o no– y reconocer eso podría permitir
volver al origen, a lo más esencial para cada persona, a su búsqueda de
vivibilidad y a la función primaria femenina para el crecimiento de cada ser.
Este compromiso de liberación también comprende identificar que el género
masculino, por razones no inevitables ni imposibles de superar, ha sido el
fundador y es el principal agente de la violencia machista sistemática. El
“transfeminismo” es portavoz de pseudoteorías –pretenden hablar de lo humano
sin fundamentos biológicos ni antropológicos– que ocultan estas cuestiones,
permitiendo al patriarcado reforzarse. Un buen punto de partida es tener esto
claro y combatir dichas aberraciones mientras buscamos explicar el engaño con
paciencia a quienes estén confundidos de buena fe.
En tu libro es explícito
el intento de ofrecer premisas y presupuestos para una convivencia benéfica
entre mujeres y hombres de todas las edades y proveniencias. Una perspectiva
así de “simple” pero que resulta impronunciable en el mundo en que vivimos y
por el modo en el que nos hicieron mirar a la especie humana…
Nos han hecho mirar a la
especie humana como si el conflicto entre mujeres y hombres fuera inevitable.
Pero no es así, somos una especie cooperativa; esto ha quedado bastante
demostrado en amplios períodos de la historia y aún hoy, aunque es difícil, se
lo puede rastrear. Mujeres y hombres forman parte de una humanidad común y las
diferencias entre los géneros plantean un desafío que podría ser fuente de
riqueza. Por supuesto que esto requiere estar dispuestos –y también dispuestas–
a cambiar mucho. Existen premisas, algunas las he mencionado, y es necesario
fundar presupuestos para una nueva convivencia benéfica. Las y los invito a
descubrirlos y pensarlos a partir de la lectura del libro.