Por Silvina Maure
El último 13 de mayo se conoció la tercera denuncia por violencia de género contra el futbolista Sebastián Villa de Boca Juniors, en este caso por abuso sexual e intento de asesinato. Frente a semejante acusación, cabría esperar que el club tome medidas de exclusión del jugador de la institución, por lo menos hasta que se esclarezcan los hechos. Por el contrario, Villa sigue en actividad con el inmediato apoyo de sus dirigentes. En primer lugar, del vicepresidente e ídolo del club Juan Román Riquelme, quien declaró sobre el futbolista: ¨Nos tenemos que sacar el sombrero, lo que pasa afuera de la cancha es otra cosa¨. El respaldo continuó desde la dirigencia xeneize –a través de sus redes– con un saludo por su cumpleaños; así como la capitana y goleadora del equipo de futbol femenino realizó declaraciones a su favor, haciendo el triste papel de cómplice con los patriarcas de turno. La misoginia tan característica del ámbito del fútbol se difunde por la popularidad de este deporte y alimenta la violencia machista en su cara más horrorosa, que en este país ya registra 116 femicidios en los primeros 120 días del año.
Frente a un nuevo aniversario del 3 de junio seguimos defendiendo la vida de las mujeres y nos solidarizamos con las denunciantes de Villa, también nos unimos a las mujeres que con valentía comienzan a alzar la voz en ámbitos tan hostiles como el del futbol.