La
cuarentena se prolonga y las semanas dentro de los hogares se acumulan, también
los deseos de encontrarnos físicamente y de volver a movernos con libertad. Sin
embargo, podemos elegir dirigir nuestros pensamientos yendo más allá del umbral
de la propia casa y también de las fronteras estatales. Ampliemos la mirada, pensemos
en las condiciones actuales de las mujeres inmigrantes. Ellas llevan en sus
espaldas largos períodos de libertad obstaculizada y de violencia por parte de los
Estados, y el cierre criminal de las fronteras a causa de la pandemia
recrudeció su situación, profundizando incertidumbres y temores. Miremos sino
lo que ocurre actualmente con la alianza expulsiva antihumana entre el gobierno
“de izquierda” de López Obrador en México y el fascista de Trump en EE.UU.

La
solidaridad entre mujeres es un recurso fundamental para que las voces de las
que más sufren se hagan escuchar. Reconocerse en las mujeres inmigrantes,
contra todo racismo y discriminación, es fundamental en la búsqueda de la
libertad femenina. Por eso rechazamos los nacionalismos y el
“latinoamericanismo” que proviene del feminismo burgués y peronista. Nos
sentimos activamente hermanadas con las mujeres del mundo, empezando por todas
aquellas que reaccionan y luchan por su libertad y por una vida mejor para sí y
para los demás.
Cecilia
Buttazzoni, por la Coordinación del CAF