El lunes
pasado intentaron secuestrar a una de las hijas de Alika Kinan cerca de su
domicilio. Alika ganó un juicio histórico contra las
redes de trata de mujeres en el cual logró la condena de sus proxenetas y demostró
la complicidad estatal. No es la primera vez que la seguridad de ella o sus allegadas/os está
en peligro. Incluso bajo es estatus de “testigo protegido” sufrió ataques y
amenazas en otras ocasiones.
Expresamos
nuestra plena solidaridad con Alika. El Estado protege y garantiza la impunidad a los tratantes
abandonando a su suerte a quienes los denuncian y enfrentan. Exigimos una
clarificación de los hechos, y llamamos a
todas las personas y organizaciones del movimiento de mujeres a expresarse de
manera clara y contundente contra este ataque, a unirse en solidaridad sin
condiciones con Alika y con todas las mujeres que valientemente enfrentan estas
las redes criminales.