¡Basta de violencia contra las mujeres!
Autodefensa y protagonismo para enfrentarla
Si el
2011 terminó con el dato aterrador de 282 mujeres asesinadas este año no ha
comenzado mucho mejor. El registro de femicidios llevado adelante por la
Asociación Civil La Casa del Encuentro contabiliza 119 mujeres asesinadas en
los primeros seis meses de 2012. Se trata de crímenes perpetrados generalmente
por maridos, novios o ex parejas. Y si a esto le sumamos las cientos de mujeres
que están desaparecidas-secuestradas por las redes de trata, las centenares que
mueren anualmente por aborto clandestino y las miles que son víctimas de
violencia sexual cotidiana nos damos cuenta de que el panorama es angustiante.
Seguramente
son muchas las mujeres que se preguntan qué se puede hacer. En primer lugar es
importante tratar de entender por qué pasa esto para poder enfrentarlo. Estamos
hablando de violencia patriarcal, es decir de violencia sobre las mujeres (y
niñas/os) por parte de los varones que se da sobre todo en el ámbito familiar y
que está asociada al intento de control de las mujeres.
Muchas
mujeres y organizaciones se dirigen a las instituciones estatales para ser
defendidas, exigen mayor tutela, mejores leyes, la creación de secretarías,
oficinas, etc. Pero los Estados representan una forma de dominio históricamente
opresiva con un carácter definidamente patriarcal.
En estos
años de gobiernos K se han creado oficinas, secretarías y observatorios para
atender y prevenir la violencia contra las mujeres, incluso se sancionó en el
año 2009 la ley 26.485 de “Protección Integral para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres”. Sin embargo son conocidos los casos
de tantas mujeres que acuden a estas oficinas, reiteran las denuncias y muchas
veces terminan asesinadas igualmente. Incluso ahora es necesario pedir que le
destinen presupuesto a la ley sancionada. ¿Podemos esperar protección del
Estado que le otorga salidas de la cárcel –habiendo apenas ingresado- al asesino de Wanda Taddei, del Estado que reprime
y mata a los Qom, que permitió el asesinato de Mariano Ferreyra, que ampara las
redes de trata? ¿No es un derroche de energías buscar la protección de un
aparato que desprecia la vida humana, en particular la de las mujeres?
La
violencia contra las mujeres se puede frenar si comenzamos a estar unidas y a
sentirnos, pensarnos y “vivirnos” cercanas, en cada momento, sin delegar a
nadie, autogestionadas. Este puede ser un inicio de solidaridad para alimentar
juntas, poniendo en discusión el egoísmo, la competición, la búsqueda de
aprobación masculina. Esta violencia también se apoya en que las mujeres que la
sufren (directa o indirectamente) se sienten solas. Las mujeres podemos dejar
de ser simplemente víctimas de la violencia para ser protagonistas de una
reacción positiva, para denunciarla y detenerla. Pero para eso nos tenemos que
unir, acercarnos, sentir no sólo que tenemos problemas comunes sino que juntas
podemos encontrar soluciones y la fuerza para cambiar esta situación dramática.
Creemos
que es fundamental conocernos, intercambiar, reflexionar y debatir para poder
pensar juntas las alternativas, para luchar y hacernos oír en nombre de un
presente y un futuro mejor. Para unirnos y proyectar la autodefensa de las
mujeres. Protegerse recíprocamente significa que cuando una mujer necesita ayuda
puede comenzar a pedirla avisando que es golpeada. Y, cuando nos damos cuenta
que una mujer sufre violencia, no hacer “como si nada”. Estos pequeños ejemplos
se pueden extender hacia amigas, vecinas, madres e hijas, compañeras de trabajo
y mujeres en general. Comenzando a encontrarnos podemos aprender a sentir,
proponer y construir cercanía, aislando a los violentos allí donde estamos. Así
puede comenzar concretamente la defensa en común de vida de las mujeres,
construyendo un tejido de solidaridad nuevo, que ponga freno a la violencia y a
la prepotencia.
Para reflexionar
ampliamente sobre esta perspectiva queremos participar del próximo Encuentro
Nacional de Mujeres y te invitamos a hacerlo con nosotras.
23
de agosto de 2012
Círculo de Amigas Feministas