Candela
Chila
Elegimos Chascomús par a
realizar nuestro primer Campamento Feminista. Durante tres días
–13, 14 y 15 de abril– fuimos 26 las mujeres que, entre compañeras y amigas,
nos convocamos par a protagonizar con entusiasmo y
pasión está iniciativa excepcional.
El resultado positivo de este campamento
seguramente estuvo teñido por cómo elegimos prepar ar lo, realizando actividades de difusión en
facultades y profesorados, visitando a decenas de conocidas, amigas, compañeras
de trabajo y de estudio. Intentamos construirlo con la mayor expansividad
posible, es decir imaginándonos a tantas mujeres como posibles protagonistas de
este campamento. Par a prepar ar lo
contábamos con la energía ideal que nos dejó nuestra presentación pública como Círculo de Amigas Feministas en la mar cha del 24 de mar zo
formando par te de un sector
solidario con la revolución siria y los pueblos en lucha por la vida junto a Comuna Socialista y diversos Colectivos por la Autogestión. De la misma
manera vivimos como un motivo de empuje la salida del primer número de Las
Aranuas, boletín bimestral del CAF.
El hilo conductor de las jornadas que
protagonizamos juntas fueron la disponibilidad y el interés genuino de compar tir y conocernos. Tanto en los momentos de
intercambio y reflexión como en los momentos de diversión y descanso. Sobre
esto la diversidad que nos car acterizaba
–edades, procedencias y recorridos– se alimentó de aquello que nos podía hermanar . Las iniciativas de reflexión que propusimos
fueron fundamentales par a sentir el
beneficio y el disfrute que implica descubrirnos a través de lo que pensamos.
Conocernos por y en las ideas. Sabíamos que en este sentido teníamos un
patrimonio ideal y un pequeño pero apasionado recorrido par a
ofrecer.
Dedicamos el día sábado a la realización de
una Asamblea Feminista cuyo eje
central fueron los 150 años de revolución
feminista y las posibilidades de sentirnos, hoy y aquí, protagonistas de
esta revolución. Se hicieron presente en el debate los interrogantes del como
asumir afirmativamente la reconstrucción de una identidad de género,
emergiendo la necesidad de definir nuevas premisas que permitan descubrir y desar rollar
las mejores car acterísticas de
nuestro género, reconociendo el valor que adquiere la hermandad femenina
como posibilidad de elegir cambiar nuestras
vidas aprendiendo de los mejores ejemplos de esta lar ga
revolución.
En cambio, el día domingo nos dedicamos a
presentar el manifiesto del Círculo de Amigas Feminista que
recientemente hemos publicado en Las
Aranuas, comenzando por restituir quiénes somos y cómo llegamos a la
necesidad de dotar nos de una
herramienta sintética donde se defina nuestra identidad, es decir aquellos
principios elementales sobre los cuales unirnos, reconocernos y compar tir con otras.
Sabiendo que era un desafío
construir este campamento advertíamos que podía ser una gran oportunidad de crecimiento de nuestro
compromiso feminista. Seguiremos apostando por ello ¡esperando que sea el
primero de muchos encuentros más!